Desde mi ¨lejanía¨ de
¨mi ¨ antigua redacción, la de Levante-EMV, ¿ alguien puede negarlo?, leo hoy
en los diversos medios de comunicación, entre ellos el citado, que La Genuina,
o más bien La Barraca de Pinedo, ese restaurante que forma parte de la historia
viva ya no sólo de esa pedanía de la ciudad sino de la tercera urbe de España
se ve obligado a cerrar por una orden del Ayuntamiento de Valencia debido a la
ilegalidad, si señores ilegalidad, de la instalación de ocho mesas con sus
correspondientes sillas fuera del recinto. Es el colmo.
En el fondo
subyace la denuncia de una vecina que desde hace años formula escrito tras
escrito en el consistorio. Lo que desconozco si en el empeño de esa ciudadana
está fastidiar al local de restauración o en el empeño de cumplir la ley. Si
así fuera creo que su camino estaría bien encaminada en denunciar a más de un
restaurante de la zona, digo si de la zona de Pinedo, por aterramiento de zona
de huerta para su uso como aparcamiento con la connivencia del Ayuntamiento de
Valencia, desde la alcaldía pedanea pasando por la delegación de Pedanías; la
de Licencias Urbanísticas y, si la hubiera, por una supuesta concejalía
defensora de la huerta. No pasa sencillamente en está sino en otras más y se ha
consentido mirando por otro lado por el beneficio del turismo y de los
restaurantes ante la falta de espacios para aparcar. ¿ Cuántas multas se han
impuesto desde el Parque Natural de la Albufera?.
Pues bien la
Barraca debe cerrar sus puertas alegando sus dueños que con el propio recinto
de la misma no se puede sobrevivir en estos tiempos, digo yo. No va a ser quien
suscribe adalid de una ilegalidad pero sí alzo mi voz contra un
sinsentido.
No más allá de
hace pocos meses el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia se
convertía en arduo defensor de la ubicación de mesas y sillas en las terrazas
de los paseos maritimos de las playas de la Malvarrrosa, Pinedo y El Saler.
Hasta hubo sesión de paella incluida y presencia de la alcaldesa, Rita Barberá,
y su escudera, la concejala de Playas, Lourdes Bernal. Claro entonces era el
Gobierno Central quien atacaba la médula del turismo. Pues bien ¿ de
quien se trata ahora¿. ¿ Será ZP atacando a las barracas?. ¿ Será el presidente
de la Generalitat ? . Aún no les he oído nada ni por asomo pero no
estaría de más.
No he visto pues
a nadie del equipo de gobierno defendiendo públicamente a la Barraca, la
Genuina como es conocida oficialmente, que sufrió un incendio hace poco. Todo
por ocho mesas con sus correspondientes sillas.
Pero mientras
tanto las ilegalidades se cometen en el espacio del Parque Natural de la
Albufera sin que hasta ahora haya visto una orden de cierre de los
aparcamientos ilegales en espacio de aterramiento de huerta. ¿ O acaso desde
los coches quienes los conducen o van en ellos no han visto florecer los
estacionamientos en la antigua carretera Nazaret-Oliva?.
Quien hasta hace
unos días fue concejala socialista Carmen del Rio, a quien llamaba
cariñosamente ¨alcaldesa¨ ha escrito en su facebook ¨ me parece una
barbaridad que tenga que cerrar La Genuina cuando todos los restaurantes que
hay en las pedanías de Valencia tienen autorización para instalar sus terrazas
en plena vía pública, no en la acera o en una zona ajardinada, en plena calle
junto a los vehículos que circulan por ella con el consiguiente peligro que
puede acarrear, mientras que la terraza de la Genuina está en un patio propio
sin peligro para nadie... ( y agrego que bien puede ser las conversaciones de
tono elevado lo que moleste a la vecina de un edificio construido cuando?).
Lástima que desaparezca una barraca tan auténtico icono del paisaje más genuino
de Valencia¨.
En su escrito no
se ha metido con nadie pero lo deja bien claro. Y le añado. Miren existe mucha
pero que mucha permisividad en la instalación de mesas y sillas en las calles
con ese cuento de que oiga han prohibido fumar en el interior. ¿ o acaso es
normal ocupar practicamente toda la acera sin apenas espacio para el peatón¿ ?
O es normal ocupar la mediana con el bar al otro lado¿. Claro aquí si existe el
todo vale.
Esperemos que la
situación se reconduzca y si no pues que la ley caiga sobre todos. Incluidos
los aterramientos consentidos de huerta para aparcamientos de muchos
restaurantes de Pinedo y otras pedanías. ¿ O acaso ocho mesas y sillas son más
importantes que ese gran espacio de huerta protegida?
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