lunes, 12 de septiembre de 2011

UN SALVEM EN LA PLAZA REDONDA. LA CARTA DE LA COPE

Un nuevo Salvem ha aparecido en la ciudad. Defiende este nuevo colectivo la plaza Redonda y se ha posicionado en contra de la ejecución de unas obras cuyo arranque burocrático tuvo lugar en diciembre de 1999 y todo se ha aprobado en todo este tiempo sin oposición alguna de nadie, ni siquiera de los propios afectados por las obras: los comerciantes, quienes saben desde el primer día como y de que manera se va a ejecutar el plan.

  No les niego a los oponentes su derecho a oponerse, dios me libre, pero si les digo que bien podían haber alzado la voz hace ya un tiempo. Evidentemente, se les habría escuchado y tenido en cuenta. Y más teniendo en cuenta que la plaza va a tener una nueva imagen, si una nueva imagen, y en modo alguno la de sus origen, o sea la de ser un lugar de reubicación de los antiguos vendedores del Mercado Central cuando se hizo el actual. Allí había de todo. Tiendas, animales y otros enseres. La plaza se hizo a mediados del siglo XIX. Fue después de abrirse el actual recinto modernista enfrente de La Lonja cuando lo que en su día debió ser una ocupación temporal, cuantas cosas hailas pues, se convirtió en un moderno centro comercial.

Y claro está quienes ahora lo vemos desconocemos, en muchos casos, la historia y origen y argumentamos que siempre ha estado así. Pues miren no. No siempre ha estado así. Que se lo pregunten pues a los comerciantes. Ellos han luchado por mejorar sus casetas. Desconozco si en su día pelearon por una rehabilitación de las hoy existentes pero lo cierto es que la cubierta se puso en 1978, hace 33 años. El pavimento desaparecerá y ningún comerciante, que me conste, en estos años se ha quejado.

 De tiendas de principios del siglo, esas donde venden telas finas, hiladuras y otros productos, pasarán a ser unos modernos cubos de cristal y madera. Quizás no se siga el modelo de restitución de puestos como en la plaza del Ayuntamiento, donde sí se ha tenido en cuenta conjugar un diseño clásico y modernista.

Hoy la alcaldesa y el concejal de Urbanismo han visitado las obras. De esto se encargarán de hablar otros compañeros. Lo que digo es que quienes se quejan se podían haber quejado antes y los comerciantes nada han dicho. Y que todo lo que vemos no siempre ha sido como vemos. La historia se debe leer y uno debe documentarse.

     



4 comentarios:

  1. Paco:

    Precisamente el Ayuntamiento no es ningún ejemplo de transparencia a la hora de informar. Podría contarte mis experiencias con los diversos departamentos y ninguna es buena.

    Evidentemente no decir toda la verdad es la mejor forma de mentir y, obviamente la Plaza Redonda no es el Coliseo ni el anfiteatro de Segobriga, pero si tiene un sabor, un encanto especial que se disolverá de manera irremediable gracias a una ocurrencia de un arquitecto.

    Nada hay más peligroso y terrible que dejar en manos de los arquitectos, la protección de un popular Bien de Relevancia Local. Y eso de que los comerciantes están conformes, me parece una opinión muy discutible.

    Los comerciantes están algo más que hartos por la tardanza del Ayuntamiento en una obra que dura una eternidad. Y tú, que has trabajado en el diario Levante-EMV, seguro que recuerdas notas de prensa nuestras de 2004...

    Es obvio que cualquiera desea que se termine una obra que siempre ha sido concebida de manera improvisada, como todo lo que hace el Sr. Bellver y la Sra. Barberá.

    Aquí todo funciona en base al capricho y a la ocurrencia de algunos iluminados, sin olvidar el papel que juegan ciertos arquitectos de la corte, afines al partido único... Y no me quiero enfadar.

    Hay motivos legales para cuestionar la obra de la Plaza Redonda, tal y como la quieren dejar ahora, pero es un tema demasiado serio como para tratarlo aquí.

    Saludos y cuidado con las medias verdades. Algunos no somos de los Salvems, pero no somos idiotas ni pelotas de Rita y su corte de aduladores; por eso no podemos permitir el lujo de decir la verdad, le guste o no a los que desgobiernan y a los que no saben hacer oposición.

    Antonio Marín Segovia

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  2. Realmente somos pocos en Valencia los que nos podemos permitir el lujo de decir lo que realmente pensamos... Hay pocos ciudadanos libres en Valencia y algún día daremos datos de las vinculaciones de ciertos arquitectos con el poder económico y político.

    Las obras actuales de la Plaza Redonda rompen la magia y destruyen el sabor popular de ese singular y recoleto espacio. Se crea otro diferente, igual a cualquier centro comercial existente en cualquier suburbio...

    No hay nada peor que dejar en manos de ciertos arquitectos, la rehabilitación de espacios singulares.

    Todos sabemos bien que la Plaza Redonda no es medieval, pero sí tiene un espíritu, un encanto único, que será destruido de manera total e irreversible por ese grupo de políticos irresponsables, que tanto daño han hecho al Patrimonio Cultural Valenciano, por acción u omisión.

    Un Bien de Relevancia Local no tiene la misma protección que un BIC, pero sí debe mantener su alma, su función, su encanto.

    La normativa vigente dice bien claro que toda intervención en los elementos protegidos debe alterar lo menos posible su estructura, su cuerpo, su piel... y de la ocurrencia del afamado arquitecto (que tantas chapuzas ha realizado), nace otra cosa muy diferente a lo que hoy es la Plaza Redonda.

    Es seguro que las nuevas generaciones, acostumbradas a los clones y a los espacios sin alma, sin encanto, pronto se acostumbrarán a ese engendro nauseabundo...

    La resignación es una moda que acaba por imponerse en las sociedades bananeras y despóticas como la valenciana.

    Saludos,

    Antonio Marín Segovia

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  3. Se me olvidaba.

    Nosotros si vamos a formular una serie de sugerencias al arquitecto, recordándole cierta normativa sobre Patrimonio Cultural.

    No tenemos mucha fe en ese gremio, pues nuestro trato con estos arrogantes y excelsos personajes, nos ha confirmado que tienen aires de faraones y obsesiones que rozan el delirio...

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  4. Las intervenciones en cualquier elemento protegido, deben ir encaminadas a mantenerlo, no a provocar alteraciones o modificaciones.

    Primera violación legal cometida por el arquitecto y el Ayuntamiento de Valencia, que les puede suponer una incoación de diligencias de instrucción penal...

    Cuidado con violar las leyes... Y que no me venga Bellver diciendo eso de que desconoce el nivel de protección de la Plaza Redonda y la obligación de no alterar ni modificar ese elemento protegido...

    Nada de inventos... Como dicen algunos doctos de la generación del 98, los inventos con gaseosa

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