miércoles, 7 de septiembre de 2011

UN PUEBLO DICTA A LA IGLESIA COMO DEBE VESTIR A LA PATRONA


Un pleno extraordinario aprobó hace semanas que la imagen debía portar peluca "para preservar la tradición". La disputa sobre sí la Virgen debe llevar o no peluca provocó anoche un altercado con intervención de la Guardia Civil
Por Paco Varea
 La Guardia Civil tuvo que intervenir anoche en Garaballa para evitar un enfrentamiento entre vecinos y el párroco responsable del Monasterio, Javier Sánchez, por la disputa sobre si la Virgen de Tejeda debe llevar peluca o no en el acto de hoy de la Ofrenda, en el que participan casi 30 pueblos de Cuenca y Valencia, y en la Procesión General de mañana, su festividad, según han afirmado distintas vecinos de la localidad a Voces de Cuenca.
Varias decenas de vecinos y oriundos de la población participaron en los incidentes, calificados ya de desagradables tanto por ellos como por los responsables eclesiásticos. Se da la coincidencia de que el vicario y párroco de Mira y el sacerdote de Moya estaban en Garaballa en esos momentos para hablar con el sacerdote, Javier Sánchez, y participar en los oficios y contemplaron estupefactos lo que sucedía.
El altercado no llegó a mayores aunque la tensión se palpa en las calles del municipio en plenas fiestas y, precisamente en uno de sus días grandes.
A más el pleno del Ayuntamiento de Garaballa en una sesión extraordinaria celebrada el pasado mes de agosto aprobó por mayoría cómo debía vestirse la Virgen, la Perla del Marquesado, en su romería a Moya, o sea con aureola, corona, otro atributo y peluca. O sea todo un acuerdo legal pero toda una injerencia en toda regla en la institución eclesiástica. Sólo un edil del PP se abstuvo y otro del PSOE votó favor.
Es incomprensible la actitud de un pleno cuando una institución civil en nada debe inmiscuirse en la forma de llevar la vida de una iglesia ni al revés. Si hasta ahora se ha criticado a sacerdotes, obispos y arzobispos de inmiscuirse en la política ahora es un municipio, porque el pleno los representa, quien dicta las normas.
La propia alcaldesa defendía la moción aprobaba justificándola en la necesidad de defender la tradición pero no llegaba a comprender que ella como primera autoridad no debía mezclar lo político con lo religioso, o sea dos mundos aparte.

Las dos parejas del Instituto Armado acudieron por la llamada del cura de Garaballa a la central comunicando que se estaba produciendo un altercado por gente de Valencia en el santuario, como atestiguaron los guardias a los vecinos. Los vecinos contestaron con naturalidad, pero en un ambiente de tensión, que el 90% son garaballeros residentes en Valencia.
La llamada a la Guardia Civil la realizó una joven de Garaballa y se produjo después de que él desalojara a los vecinos del templo y cerrara las puertas. Todo ante la mirada del párroco de Moya y el de Mira.
El sacerdote explicó a Voces de Cuenca, horas antes de los hechos, que ¨la decisión del consistorio era una clara injerencia en la iglesia y fuera de todo lugar¨y recordó que él es el administrador y párroco del santuario, o sea responsable del edificio y de lo existente en el interior, como la Virgen y otros enseres. El párroco reconoce que la presión vecinal le perdió y pide disculpas.
Y sobre la peluca dijo: ¨la Virgen ya lleva una pequeña y no debe llevar dos¨. El vicario general del Obispado, Antonio Fernández, está sorprendido por está situación y es de la razón de que un ayuntamiento no debe decir a la iglesia como vestir las imágenes, en este caso la de Tejeda.
Los incidentes terminaron con la marcha de los vecinos a sus casas y de la guardia civil al cuartel. Los agentes afirmaron que ellos no van a terciar en una disputa por una peluca de una imagen salvo que la situación vaya a mayores, según afirmaron varios vecinos que lloraban por los hechos sucedidos y calificaban la actitud del párroco de terquedad y de ir en contra de la tradición. Otras personas lamentaban la actitud de la alcaldesa, Aurelia Palomares (PP) que ya en el pasado septenario protagonizó protestas por los mismos motivos y durante estos años igualmente.
Lo acaecido es el hecho lo más grave producido en el pueblo desde que hace unos años toda la población se echó a la calle para coger a los ladrones que entraron en el centenario santuario para robar. En aquel momento está situación se comparó con la de Fuenteovejuna. Lamentable es pues que una población cuya difusión y carta de presentación debería ser el turismo sea la de enfrentamientos entre vecinos y párroco.
Hoy pues la Ofrenda a la Virgen de Tejeda y la jornada se espera tensa. El delegado de la Junta de Comunidades, Rogelio Pardo, asistirá al acto como hace desde hace años como alcalde de Minglanilla y diputado en su momento.
El origen de los hechos sucedidos ayer tarde se remonta a años atrás cuando el mismo párroco decide que no debe llevar peluca porque ya lleva una. El malestar comenzó a gestarse. Y ahora con el Septenario en puertas la polémica ha saltado de una rabia contenida porque los vecinos se niegan en redondo a que lo considerado por ellos como tradición, y pruebas hailas de que la Virgen la llevado hace 20, 30 y 60 años, y en otras ocasiones no, como sucedió en el pasado Septenario en la Subida que llevaba en un tramo, en el de la salida, y luego no la llevó cuando llegó a Moya, al menos eso dicen y hablan las fotos.

PUBLICADO HOY EN EL DIGITAL VOCES DE CUENCA

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