Ricardo Caballer, junior, y todo su equipo, o lo que es lo mismo Ricasa, bordaron una vez más su filosofía en la ejecución de la pirotecnia en la clausura de los Juegos Panamericanos en Guadalajara. Las secuencias de colores, palmeras de colores dorados y morados; efectos desde lo alto del estadio con más de 6.000 disparos hicieron que la crítica a esa parte del espectáculo fuera no ya brillante sino notoria. Muchas han sido las voces alzadas para hablar de la profesionalidad pero quizás, como apuntó un buen aficionado a la pirotecnia, la apertura oficial del nuevo estadio del Valencia C.F. sea el momento adecuado para demostrar que no sólo se les contrata para disparar tres minutitos al final del acto inaugural. Se puede y se debe hacer a lo largo del desarrollo.
Ricardo Caballer comenzó su andadura en los Juegos Panamericanos allá en Brasil y ha seguido en México y quizás, creo que sí, lo haga de nuevo en Toronto, Canadá, cuando en 2015 se hagan las siguientes competiciones.
http://raulmacias.wordpress.com/tag/2011-pan-american-games/
y otras vistas desde el interior.
Ahora Ricardo Caballer está de vuelta a Valencia con un merecido descanso.
Les dejó un link de un fotográfo mexicano que ha captado imágenes de fuera. Y como el dijo. ¨No tuve boletos para entrar¨. Pues menos mal porque de lo contrario no hubiéramos tenido esas instántaneas.
Amigo Paco como siempre un verdadero placer para los sentidos pasearse por tu blog.
ResponderEliminarMuy buen post.
Un saludo