Ser Reina por segunda vez es un notable mérito para quien lo logra. Eso es lo que ha alcanzado la jovenMiriam Oliver Romero, quien el próximo 26 de noviembre en el Centro Aragonés de Valencia será encumbrada como máxima representante de la Federación de Casas y Centros Regionales de España en Valencia y, además, la banda se la impondrá la actual presidenta, Paqui Arcos, del organismo y, presidenta de la Casa de Andalucía de Valencia, donde Miriam es reina.
Miriam – aunque mas conocida como Myri- es para muchos presidentes una conocida y saben como es. Saben de su buen hacer y su pasión por su tierra, por Jaén y Andalucía, y por el mundo de las casas regionales. Algo raro en está sociedad del siglo XXI en la Valencia de la segunda decena del segundo milenio. Un dirigente de una casas regionales ha afirmado sobre ella ¨ es una chica estupenda y está muy centrada. Tiene la experiencia de haber desempeñado el cargo hace unos años y, la verdad, da gusto tratar con ella. Está muy centrada y es muy sensata. Eso es lo que hemos valorado porque hay bien pocas¨, comentó.Ella es enfermera y trabaja en una mutua de prevención de accidentes. Con 25 años a sus espaldas irradia solidaridad, simpatía y felicidad. Algo necesario en estos tiempos con mucha falta a muchos.
¨ Para mí es un orgullo que los presidentes de las casas y centros se hayan acordado de mi para desempeñar el cargo. Pertenecer a un colectivo como estos es algo más que folclore. En mi caso siento a Andalucía muy dentro y por eso le dedico tiempo de mi vida a la casa. No reniego de mi lugar de mi nacimiento pero hacerlo de mis orígenes no está nada bien. Ser reina de la federación es ser la representante de todas las comunidades de España, de quienes están en ellas¨, comentó Miriam.
Se declara católica y está orgullosa de serlo. ¨No me avergüenzo¨, declara. Pero no es de esas jóvenes católicas de palabra. Lo es con los hechos. Con su grupo de la parroquia de la Epifanía del Señor y Santo Tomás de Villanueva, de Valencia, participó en las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) de Madrid y también estuvo en Sidney y Colonia. Ahora ya piensa en Rio de Janeiro.
Es hogareña y le gusta leer libros sobre religión. Conocer todo aquello tan cercano pero a la vez desconocido. Es una mujer de montaña. Ser oriunda de Jaén le ha marcado en el paisaje.
Del ¨botellón¨, un fenómeno muy en boga entre los jóvenes, dijo: ¨lo odio¨. Lo veo como una forma de buscar la felicidad pero sólo se alcanzan cosas exteriores.
Y nos despide como nos recibió: explicando como se baila flamenco en una de sus clases en la Casa de Andalucía de Valencia. Cuando nos saludó al llegar a su casa estaba enseñando a un grupo de seis niñas a quienes se les nota que la quieren con locura.
Y nos despide a punto de empezar las clases a otro grupo de jóvenes y señoras a quienes el arte del flamenco les apasiona. De lejos la presidenta de la federación la ve. A ella le gustaría que no sólo el baile atrajera a los componentes de las casas.
Pero tiene su rejón final y a la pregunta de quien es Miriam Oliver Romero. Su respuesta es: ¨soy un chica introvertida, en contra de las injusticias de todo tipo y con fe, o sea cristiana y no me escondo ¨.
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