lunes, 4 de marzo de 2013

El gran mes de marzo donde el esfuerzo por mantener la tradición festiva sale a la calle: Fallas, Semana Santa y San Vicente Ferrer

Mes de marzo en Valencia. Treinta días de esfuerzos arrastrados desde hace un año que llevarán a la calle miles de falleros, semansanteros y vicentinos. En todos estos días se concentran las tres grandes fiestas de la ciudad de Valencia.

Las Fallas, que en 2014 la Unesco las declarará Patrimonio Mundial Inmaterial de la Humanidad, y que genera un gran impacto económico, la Semana Santa Marinera, con actos ya en la calle pero silenciados por la vorágine fallera y la nula o escasa visiblidad que hace su junta mayor o las propias cofradías y, finalmente, tomarán el relevo los vicentinos, con otra notable fiesta dedicada a San Vicente Ferrer.

Son tres fiestas de orígenes religiosos, no me negarán que las fallas surgen de honrar a San José Artesano para pasar después a estar masificado con la patrona de la Virgen de los Desamparados

Mes de marzo de auténtico agobio para muchas familias que, precisamente, están atravesando malos momentos pero que, a pesar de ellos, siguen en sus comisiones falleras, donde las inversiones han bajado para seguir la fiesta, pero en muchos casos con ayuda de los demás para continuar. Loables son las comisiones que conociendo los problemas de esos compañeros de lides festivas les ayudan y loables las cofradías que lo hagan como también los altares. Pero, permitánme, no es tan loable aquellos colectivos de estos tres cuya actitud sea la de negar la crisis y estén en una espiral de gasto y gasto sin parar a pensar que no pueden continuar en ella. Negar la realidad les supondrá problemas a posteriori.

Después de éste pequeño repaso sea pues mi reconocimiento hacia todos aquellos festeros, en cuya acepción quiero incluir a falleros, semanasanteros, y vicentinos, por ser este el mes de marzo,, que con su esfuerzo y trabajo hacen las mayores fiestas del mundo. Las Fallas, que no sólo existen en Valencia sino más allá de los mares; la Semana Santa, en Valencia bajo el apellido de Marinera y existente en las Américas e Italia, y las de Vicente Ferrer.

Un esfuerzo pocas veces reconocido pero cuyos resultados provienen de sus bolsillos y sólo una parte les llega de instituciones públicas.

Ellos son los protagonistas de las fiestas de un pueblo, de matnener la tradición porque sin tradición no existe la historia de un pueblo y sin fiestas no existe ni pueblo ni tradición, que sumando y sumando hace convivencia y relación entre las personas.

En pocos días unas 500 calles de Valencia estarán cortadas para convertir a la ciudad en un gran museo con más de 700 obras de arte en plazas, avenidas y estrechas vías públicas. Los artistas falleros escondidos en sus talleres sacan sus obras y los pirotécnicos sus diseños los montan en las calles para disparar su música en las mascletaes y los lienzos en los cielos con los castillos.

Luego vendrá el verdadero arte la crema y tomará el relevo la Semana Santa con sus grandes obras de arte veneradas en iglesias y parroquias. La Pasión comenzará a andar por esas calles estrechas de los Poblados Marítimos cuyos cofrades, mezcolanza de fallerización en muchos casos que no tienen en muchos casos en cuenta donde ¨militan¨, saldrán a defender una tradición venida de padres y de antepasados. Cofrades con ideas políticas distintas inentendibles para quienes ni conocen ni viven en el Cabanyal, Canyamelar y el Grao. Valencia queda vacia porque muchos se van pero otros muchos vuelven su mirada a los Poblados Marítmos. Semana Santa Marinera. Nombre y apellido de Pasión y de Resurrección.

Finalmente, los vicentinos protagonizan el epílogo festivo con sus representaciones de Els miracles en los altares. El mundo del color blanco y negro pide paso y sólo inunda Ciutat Vella y algo de Ruissafa pero su repercusión es más notoria porque vistos son sus festejos y actos en el pleno centro de Valencia.

Sean todos bienvenidos a una gran ciudad, Valencia, y disfrute del arte de las manos de los artistas falleros, pirotécnicos y de quienes en su día esculpieron esos grandes pasos que para muchos no son nada pero para otros forman parte de la gran riqueza cultural de la ciudad.

Las Fallas piden paso hasta el 19 de marzo y el 21 toma relevo la Semana Santa Marinera. Gracias a todos los festeros, o sea falleros, semanasanteros y vicentinos. Otro mes tocan otros.